Dec 26, 2009

padeciendo existir


Ven a casa. Quédate.
Estaremos completamente solos.
Cuéntame tus ocupaciones y tus preocupaciones.
Te escucharé con atención.
¿Lo necesitabas?
¿Y eso que has pensado?, ¿qué es?
Eso que no dirías a nadie, que crees que a nadie le importa, que crees que no es relevante.
Lo más profundo.
Después, quédate en silencio, si quieres.
Déjame abrazarte largo rato, que no pienses en nada.
Sólo en este momento, este abrazo.
Cierra los ojos.
Olvida a las personas que te buscan, que quieren algo de tí.
Olvida a todos.
¿Escuchas mi latido? Tiene vida.
Late por sí solo.
Mientras late, puedo hacerte compañía.

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