Jun 27, 2009

a la espera... o tal vez no tanto

Que nadie me dirija la palabra. Que nadie me tome en cuenta, que nadie evidencie este momento. Que nadie rompa el silencio en mi cabeza, que nadie interrumpa el hilo de mi pensamiento. Que nadie me consulte, me procure, me sugiera. Que nadie encienda la música, toque la bocina, toque la puerta. Que nadie me recuerde que existo, que nadie me recuerde que soy alguien.

No me explico esta necesidad de nada, el deseo de desaparecer y dejar de vivirlo todo. Querer el vacío y la ausencia. Esta nostalgia del fin, este deseo de oscuridad perpetua. Quizá un miedo terrible a no tener lo que quisiera, o un aburrimiento aplastante de todo lo que es y que será. El evidente fracaso de desear lo inalcanzable.

Ah, pienso, la débil naturaleza del ser humano, de querer lo que no tiene y aborrecer lo que tiene. De pensar, mi vida no es lo que quisiera, pero ante no tener nada, prefiero ésta. O la lección profunda y valiosa del valor de las cosas, del sonido, de los otros que nos recuerdan que estamos aquí y ahora. El miedo infinito a lo desconocido, al vacío absoluto, a la pérdida total.

La escarcha del escepticismo sobre toda la energía que produce mi cerebro. No puedo creer en nada. No puedo tener esperanza. Estoy cayendo en un agujero profundo y oscuro sin retorno que me marchita, que me seca, que me cambia. Ya no soy la que fui ni entiendo qué era. Ya no soy nadie que reconozca. Ya no soy alguien. Soy sólo la sombra de lo que alguna vez quise ser.

Jun 22, 2009

una vez quise ser pasto


una vez quise ser pasto
pequeño, verde, vivo
brillante, húmedo
esperando tranquilo
sin sentir nada particularmente relevante
más que el sol en la piel
y el agua
la tierra a mis pies, firme
mi existencia breve,
ligera y pura

una identidad, una imagen, un sentido
sin cerebro inquieto
ni en el corazón latido

ser pasto
hasta dejar de serlo

ser pleno
hasta dejar de serlo

ser
hasta dejar de serlo

Jun 21, 2009

Pasa el tiempo

Llegan los años.
Largos, pesados,
llenos de ironía.
Lo que alguna vez dijiste
no desear
se ha vuelto necesario,
indispensable,
y su ausencia te aniquila poco a poco.

Otras cosas parecen hacer ruido:
las pequeñas cosas que te ocupan.
Pero al final del día,
en compañía de los libros,
sabes que eres como ellos,
como las páginas frias que no viven,
hasta que alguien toma el papel
y les da vida.

Así esperas tú.
Un milagro, una casualidad, un sueño.
Un mensaje, una señal, un sentido.
Un sentido a todo este silencio,
a esta espera imaginaria y silenciosa
que conoces tan bien como a tí misma.

Pero nada pasa.
Sólo el tiempo.
Y (aún) otro atardecer más:
el sol, la lluvia, el frío -
el sol, la lluvia, el frío -
el frío.

Y así sin cesar los ciclos
que martillean su mensaje en estaciones,
el mensaje de ausencia de mensaje,
el mensaje de ausencia de sentido,
el mensaje de que nada pasa,
sólo el tiempo.

Jun 11, 2009


Hay una nostalgia que se siente por lo que no pasó. Es como una tristeza agridulce en fondo de la garganta. Siempre está ahí, pero se siente de pronto, sin anunciarse, como una sombra sobre el corazón que sale en una sonrisa triste. En un atardecer lento con una luz que parece no querer morir. En una noche larga y sola, con cigarras y grillos cantando a las estrellas. Al pasar por una calle y ver las ventanas de tono ámbar, señal de vida familiar, de días felices y seguros, de noches de cartas y café, de besos. Al cobijo de las cuerdas lánguidas de la guitarra flamenca, que poco a poco se despide, hasta que ha callado.

Qué sirva otra copa la melancolía.
Qué cierre las puertas el amanecer.
Hoy quiero inclinarme a cargar la agonía.
Como un costalero llevando al manué.

("Andaluza", Album Otra Sangre, La Surca, 2009)

Me sucede una y otra vez. Me parece que han pasado años, que soy vieja, que el camino ha sido largo, desierto, eterno. Que me perdí de todo lo bueno, que me perdí de todo lo fácil, que me oculté de lo esperado. Que nada ni nadie fue lo que pensaba. Que la poesía nunca fue de este mundo, y que este mundo nunca fue poesía.

En silencio me pregunto si añoro lo que creí que sería. Si añoro lo que deseé que fuera. Si añoro lo que nunca será. En silencio me pregunto si añoro lo que es ahora porque no será para siempre.

Jun 9, 2009

Con urgencia de llegar

Llegó el fin del doctorado. Parece el fin de la vida, el fin de un esfuerzo de 25 años. Kinder, primaria, secundaria, preparatoria, licenciatura, maestría, diplomado, doctorado. Fin. Silencio. Mi cerebro se despereza. La curiosidad regresa, la reflexión germina imparable, la diversidad me envuelve, otra vida inicia.

Aparece este momento. Viene con urgencia de llegar. Llega instantáneo, creado, necesario. Al inicio parece haber silencio, vacío. Al siguiente instante hay ausencia de vacío, flujo, idea, sentimiento, sonido. Un mundo entero y complejo despierta y se revela. Ahí está. Es esencia que retorna, inalienada. Literatura, arte, emoción, anhelo. Pensamiento.

Lo puedo sentir: el momento ha llegado, y con él ha traído el espacio. Y ahora tengo algo.