Jun 4, 2011

flagelo



Recientemente me doy cuenta de algo que quizá he estado haciendo por muchos años: suelo recordarme de situaciones en las que me ridiculizé a mí misma, u otros me ridiculizaron. Situaciones remotas, probablemente ya olvidadas por todos menos por mí, sin importancia. Pero ahi están, vuelven a mi cabeza y vienen de no sé dónde. Les doy vuelta un rato, hasta que me quema la frente, me vuelvo a sentir avergonzada, y me reprocho en silencio mi estupidez.

Pasan unos días y me olvido de cierto recuerdo, no lo traigo más al presente, sigo mi vida normal. Pero pronto regresa cualquier otro recuerdo doloroso, que en el presente duramente juzgo, y me apeno de haber actuado así, me lo sigo reprochando, y al fin me castigo pensando que ocurrió y es imborrable, que es permanente, aunque está en el pasado.

Aún no logro determinar la razón por la que traigo a colación estos recuerdos. Si es en un momento de baja autoestima o un momento de crisis particular. O al contrario, si en un buen momento me saboteo con este tipo de recuerdos. Lo cierto es que vienen muy silenciosamente, nunca los comento con nadie, me aterra la vergüenza de verbalizarlos tan solo.


1 comment:

  1. muy bonitos pensamientos, deberias buscar sitios en donde los puedas dar a conocer mas, aparte del blog........

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