Cuando falta el amigo,
cuando falta el amante,
cuando falta la madre,
cuando faltas tú,
está el libro.
Cuando falta la caricia,
cuando falta la sonrisa,
cuando falta la noticia,
cuando falta el Sol,
está el libro.
Cuando falta el consuelo,
cuando falta el sonido,
cuando falta el sueño,
cuando falta Dios,
está el libro.
Y cuando no falte nada seguirá habiendo belleza en tu poema.
ReplyDelete¡Gracias, Angus! Un saludo desde esta esquina con muchos libros.
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